“Bezoar”: del quechua “Señor de los contravenenos” La piedra “bezoar” era un cálculo sacado del estómago de los rumiantes: guanacos, llamas y vicuñas inmoladas en los templos quechuas. El cálculo se formaba cuando estos animales lamían el agua de las filtraciones de las rocas, y tragaban partículas minerales. Era consagrada por el “Apu-Quepay”(1) por medio de ritos especiales y conservada celosamente por la corporación de los Coyas(2) como un talismán curativo muy poderoso de varias enfermedades. Se lo consideraba un antídoto contra todo veneno y contra todo contagio. Fue considerado por los quechuas también como uno de los mejores talismanes o amuletos para preservar de la mala suerte y de las desgracias. En San Juan los huarpes y más tarde los “arrieros” sanjuaninos, conservaron esta creencia supersticiosa de la piedra “bezoar”.
(1) “Apu-Quepay”: del quechua “Apu”, gran señor, poderoso; “Quepay”, que permanece. (2) “Coyas”: del quechua “Príncipes herederos”.
Extraído del libro “Leyendas y supersticiones sanjuaninas”, de Marcos de Estrada - Editorial Tucuma, Argentina, 1985. Ilustración de Miguel Camporro.
El 20 de enero de 1726 fue la fundación de San Felipe de Montevideo por el mariscal español y gobernador de Buenos Aires Bruno Mauricio de Zavala.